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domingo, 18 de abril de 2010

A o B

Odio decidir, que todo dependa de algo, no lo soporto... es mejor simplemente vivir y dejar que las cosas pasen o no pasen. Pero que hacer cuando no hay escapatoria, cuando te persigue el lobo y tienes que decidir entre dos caminos para salvarte. En esos casos en verdad no se que hacer...

 A o B... es que solo hay un camino


La vida es dificíl y nosotros nos la complicamos. Hay tantas decisiones, tantos caminos, tantas opciones. Pero en verdad, ¿eso lo complicado?

Quizas y lo complicado o mejor dicho lo que lo pone complicado es el miedo que sentimos a tomar uno de los caminos.

¿Qué pasa si ese camino te acerca más al lobo? ¿Qué pasa si es un camino tan agreste que sufres mientras lo recorres? ¿Y que si luego habiendo escogido un camino terminas por soñar y fantasear con el otro camino que no escogiste?

No se que hacer.

¿Qué hago si mi corazón escoge algo y mi cabeza escoge lo contrario? ¿Qué pasa cuando hay esos choques? ¿A quién escogo?

Y vuelta la palabra "escoger"... ¿es qué todo es decisiones?
¿Por qué la vida no es más fácil?
¿Por qué cuando creces, en lugar de solucionarse todo, cada vez las cosas se vuelven más dificiles?

Tienes que escoger una carrera, una universidad, cursos, escoges amigos! Pero escoger amar a alguien en serio es algo que tengo miedo de hacer.

Romper la brecha entre amigo y enamorado para mí es lo más complicado. Y decidir si lo que haces es amar a alguien es un razonamiento que mi cerebro no quiere captar. Tiene miedo. No quiere sufrir y tiene miedo de perder una de las amistades que más valora.

Aunque mi corazón ya decidio amarlo, mi cerebro le dice: "No, tu nisiquiera sabes que es amor".

¿En verdad, no lo se? Creo que no -cerebro actuando de nuevo- pero saben me gustaría descubrirlo, algún día al menos.


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